No todos los días son iguales en la práctica de la abogacía, aunque hay tareas que se repiten a menudo: atender clientes, resolver sus dudas, interpretar resoluciones, presentar escritos, preparar juicios, negociar… Con todo, cada caso o asunto tiene sus particularidades. Y la agenda no sólo la marca el profesional. “Depende de cómo funcione el Juzgado,” explica el abogado Alejandro Hurtado.

Antiguo alumno del Máster Universitario en Abogacía UMHICAE, Hurtado ejerce en un bufete de Elche especializado en derecho mercantil y concursal. Por su experiencia, el derecho es un ámbito duro, especialmente en momentos de crisis como el actual, por la fuerte competencia y la falta de recursos económicos. Sin embargo, es un trabajo que le resulta satisfactorio porque le permite ayudar a otras personas. “La misión del abogado es intentar solucionar los problemas de la gente de acuerdo a la legalidad,” afirma.